El caso de publicidad engañosa más flagrante desde La Historia Interminable. ¿Quién tendría que estar en la cárcel? ¿Chester o esa caterva de estafadores? Y eso que hemos dejado fuera de la historia a Braulio el caníbal, que por más que revisó el menú no pudo encontrar ni un sólo plato preparado con niños. VERGÜENZA.