Menuda bala minúscula haría falta para destruir cadenas de ADN, ¿no? Un cargador del tamaño de un penique en el que caben seis mil billones de balas. Munición fabricada a mano, ¿cómo de pequeñas deben ser las manitas de esos niños israelíes? Unas balas que además pueden ser utilizadas para el mal (no como las balas normales), se puede introducir una tara genética muy sutil que perjudique a todos los descendientes del enemigo de la patria. No es magia, es ciencia.
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