En los años 70 se hizo un experimento: le dieron una bata blanca a un vagabundo politoxicocirrósico y lo soltaron en un congreso mundial de medicina; un par de horas después lo habían nombrado presidente vitalicio de la Organización Mundial de la Salud y se había llevado tres o cuatro Estetoscopios Dorados por su sobresaliente labor en el campo de la excelencia médica.
Esta historia ilustra el hecho de que si haces alusión a un supuesto experimento social la gente se creerá cualquier majadería que te acabes de inventar. Lo que no quita que una bata blanca te dé superpoderes y deba usarse para ligar, por ejemplo.