El aborto es un proceso de derroche, de inconsciencia ambiental: todo es desecho, no se aprovecha nada, ponen bajo la camilla el contenedor de la orgánica, remueven el tenedor y venga, todo para tirar.
Tom Cruise lleva años quejándose, no se aprovecha ni la placenta para una merienda, no dejan que el perro juegue con el feto, nadie se hace una pulsera con el cordón umbilical.
Desde La Motosierra condenamos esta actitud incívica e invitamos a reflexionar y a pedir los restos tras la intervención, como poco para usarlos como adorno de unas croquetas.