Quizá no esteis al caso de las taradeces sobre extraterrestres de nuestro amigo Spielberg, pero se filtró a la prensa que su ridícula obsesión le llevó a contratar a Jim Henson y a un grupo de médicos para que le instalasen una sonda anal medicatrónicamente y luego se sometió a hipnosis y electroshocks para olvidar que lo había orquestado todo él mismo y poder así justificar la putísima basura que fueron tanto E.T. como Encuentros en la Tercera Fase.